Consejos para alquilar una oficina

Consejos para alquilar una oficina

Tanto si desea alquilar una oficina por un día, una semana o un año, hay ciertos aspectos que debe tener en cuenta. Tanto si se trata de una pequeña empresa que desea alquilar una oficina por un par de horas como de una gran corporación que necesita un espacio seguro para celebrar reuniones y eventos, es importante conocer los aspectos básicos antes de firmar un contrato de alquiler. He aquí algunos consejos para renting una oficina. Si quieres contratar a alguien temporalmente pero no sabes exactamente qué tipo de ambiente quieres en tu nuevo espacio de coworking o cuánta flexibilidad de horarios necesitas, plantéate alquilar primero una oficina. Esta decisión tiene muchas ventajas, entre ellas: saber dónde están tus compañeros de trabajo en todo momento, no tener citas a ciegas en lugares de conferencias y poder planificar con antelación los horarios y lugares de reunión. También es bueno si tienes experiencia en la gestión de una pequeña empresa para poder dirigir las operaciones del espacio compartido durante el tiempo libre de tu empleado. Siga leyendo para conocer cinco excelentes razones por las que debería plantearse alquilar una oficina en lugar de comprarla.

Es más barato que comprar una oficina.

Si no se dedica a comprar y vender grandes cantidades de espacio de oficina, quizá no sepa que alquilar una oficina puede ser más barato que comprarla. Esto es especialmente cierto si está dispuesto a dejar que otra persona gestione el espacio por usted. Hay una serie de factores que intervienen en el cálculo del coste del espacio de oficina, como los metros cuadrados del espacio, el número de empleados que tendrá, el precio de los materiales y el coste del proyecto del espacio. Es importante recordar que el alquiler de una oficina no incluye la seguridad. Asegúrese de conocer este aspecto del coste antes de firmar un contrato de alquiler.

Puedes fijar tu propio horario.

Cuando firmas un contrato de alquiler, normalmente estás apartado del resto de la empresa. Aunque está muy bien que puedas poner tu propio logotipo en las paredes, los escritorios y las sillas, esto te obliga a estar allí durante ciertas horas todos los días y no puedes elegir cuándo quieres estar allí. En cambio, cuando alquilas una oficina, puedes fijar tu propio horario. Puedes elegir cuándo quieres empezar y terminar de trabajar, con quién quieres compartir la oficina y cómo quieres organizar tu espacio de trabajo. Esta flexibilidad es estupenda cuando intentas ahorrar tiempo y energía y no necesitas las mismas cosas en todas las salas de la oficina.

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